viernes, 20 de enero de 2017

Retropost #1323 (20 de enero de 2007): Turing baja el listón



Hablaba ahora por la radio Víctor Gómez Pin, diciendo que ninguna máquina ha logrado pasar el test de Turing. Qué injustos somos. Sería más razonable proponérselo a las máquinas en sus propios términos. Debería resultar imposible de determinar que una persona no es una máquina, de acuerdo a parámetros computables y automatizados; o sea que nosotros tampoco pasásemos el test.

Sobre todo si transformamos también en máquina al tercero en discordia, el humano que sabe que el ser sometido a prueba es una máquina (o un humano). Hay una respuesta problemática para Turing (el silencio constante) que imposibilita que el test pueda llevarse a cabo. Y otra más: un humano puede imitar perfectamente a una máquina, respondiendo según un algoritmo preestablecido. Claro que entonces el experimentador acertaría al decir: me contesta una máquina (aunque la máquina fuese una máquina humana).

Por otra parte, Turing se refería a que para el año 2000, las máquinas pudiesen pasar su test una media de un 70% de veces, ante un interrogador medio, durante cinco minutos. ¿Se satisface realmente esta condición? ¿Qué es un interrogador medio? Seguramente no un interrogador del MIT: un interrogador medio no tiene ni graduado escolar. Creo que Turing tenía razón, y que su test (en sus propios términos) sí lo pasarían las máquinas.

Es curioso que el experimento de Turing derive de un experimento previo propuesto para distinguir entre los dos sexos (A, hombre y B, mujer) por un tercero que se comunica con ellos sólo por escrito (C). También que Turing especule con la posibilidad de que una de las "máquinas" construidas sea un clon (masculino), fabricado por un equipo en el que no haya ninguna mujer. Y que, por último, al dar la forma definitiva a su test, quede suprimida la mujer: ahora C es la máquina (qué lío) que replaza a A, pero quien en realidad desaparece es la mujer, pues B pasa a ser un hombre...  Parece Turing expulsar a las mujeres de estos experimentos cibernéticos.

Tiene otros recodos interesantes el artículo de Turing, por ejemplo cuando aparecen Shakespeare y su amado (¿the gay connection?) o Mr. Pickwick y el espíritu navideño de Dickens. O cuando declara que sería una idiotez hacer una máquina a la que le gustasen las fresas con nata. Esto es complicar excesivamente un test que se puede mantener muy simple (callándose, o diciendo todo el rato "sí"). Otra curiosa expresión: la alusión a "the difficulty of the same kind of friendliness occurring between man and machine as between white man and white man, or between black man and black man". Between men, sí, pero ojo a la raza. Blancos y negros se llevan como ordenadores y humanos. Curiosa la fantasmagoría sociosexual del artículo de Turing.

Un apartado interesante de su artículo sobre "Computing Machinery and Intelligence" es el de Turing magufo: cuando trata los fenómenos mentales de "telepathy, clairvoyance, precognition and psychokinesis. These disturbing phenomena seem to deny all our usual scientific ideas. How we should like to discredit them! Unfortunately the statistical evidence, at least for telepathy, is overwhelming". Hum. Ya no sabe uno si fiarse de las demás estadísticas de Turing, visto esto. "With ESP anything may happen".

Más me gusta su diferenciación entre dos tipos de máquinas y dos tipos de errores: las máquinas de los ejemplos filosóficos no cometen errores de funcionamiento... pero, ¿por qué no? Podrían cometerlos. Por ejemplo en este ejemplo.

Interesante la definición que da sobre la reflexividad como feedback, el output de la máquina volviéndose su input. "By observing the results of its own behaviour it can modify its own programmes so as to achieve some purpose more effectively".  Y así la máquina se vuelve objeto de su propio "pensamiento". Pero parece subestimar Turing la capacidad de retroalimentación del cerebro, y su papel en la consciencia, así como la importancia de los niveles inferiores de consciencia, los reguladores de la información de los sentidos y del propio estado interno del cuerpo. Y la importancia de combinar distintos tipos de información procedentes de una experiencia multidimensional en la realidad, vivida y reelaborada. Así, su hipotético computador inteligente es una simulación abstracta de la mente, una máquina que nunca será consciente en un sentido humano, pues sólo emula los procesos lógicos y lingüísticos, que son instrumentos de la consciencia, y no consciencia. La inteligencia veíamos que quedaba en pseudoproblema, y se reducía a cuestiones comunicativas. La consciencia, ya ni te digo: queda fuera del horizonte del test.

Aunque eso no quita, como digo, para que seguramente se puedan hacer máquinas que superen el test de Turing con las condiciones originales (experimentador medio, cinco minutos, 70%, etc.). We can see plenty there that needs to be done... 


(PS: Recomiendo echar un vistazo a las cosas de y sobre Turing en la red. Por ejemplo, esta reseña de un libro de David Leavitt que especula que quizá fue asesinado por los servicios secretos: "Code-breaker". A mí me suena la teoría del asesinato de Turing más plausible que al reseñista).





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