miércoles, 3 de julio de 2013

El Renacer del Tiempo


Lee Smolin en conversación con Robert J. Sawyer, 29 de abril de 2013. Toronto Public Library. Traducción rápida del coloquio, primera mitad:

Robert J. Sawyer: 
Es un placer especial presentar a mi viejo amigo Lee Smolin. Tengo la alegría de conocer a Lee desde hace bastantes años, nos hemos encontrado por casualidad en diversos congresos y cosas interesantes; es uno de los fundadores y profesores titulares del instituto Perimeter de física teórica de Waterloo, Ontario; nació en la ciudad de Nueva York, y es autor de varios éxitos de ventas anteriores, probablemente el más famoso y polémico sea The Trouble with Physics. Y su libro del que hablaremos esta noche es Time Reborn (El tiempo renacido), que como iremos viendo a lo largo de la velada, es por lo menos igual de polémico que The Trouble with Physics, y está despertando mucho interés entre los profanos y también mucho interés profesional, porque dice algo que va contra el paradigma hoy dominante en la física. Permítanme que les presente a mi amigo Lee Smolin.

 


 
Lee Smolin: No sé por qué ha de ser polémico. Como diría mi madre, la única gente a la que molestará mi libro es a la gente que cree que hay verdades fuera del tiempo, pero apenas hay gente de esa.

RJS: Bien, Lee, hoy llevo el tiempo muy en mente porque resulta que es mi cumpleaños...

LS: Felicidades.

RJS: ¡Gracias! Y no se me ocurre mejor manera de pasarlo que con un amigo, teniendo una conversación intelectual interesante. Y dado lo muy presente que tengo el tiempo, y dado que la primera palabra del título de tu libro es "el tiempo", probablemente deberíamos definir los términos que usamos. Así que, para Lee Smolin, físico, ¿qué es el tiempo?

LS: La actividad del tiempo es el proceso que genera el futuro a partir del presente. Así.

RJS: ¡Muy bien! Vale, mirémoslo de este modo. Como digo, es mi cumpleaños. El cincuenta y tres cumpleaños. Así que hace cincuenta y tres años nací, y todos los acontecimientos del ínterin estan fijos en el tiempo, inmutables, en tu consideración. Pero ¿qué hay del futuro? ¿Está la vida de Robert J. Sawyer tallada en piedra? ¿O queda sitio para que haya cosas que me sorprendan a mí, y sorprendan al universo, en lo que queda por venir?

LS: Pues... Vamos a hablar un poco de método aquí. Porque estoy hablando como un ser humano, y me preguntas lo que pienso y te voy a decir lo que pienso, pero la sustancia del libro es que en tiempos tenía una respuesta, y he cambiado de opinión, y ahora tengo otra respuesta distinta. En un momento te digo cuáles son esas respuestas. Y el libro es una narración del camino que he seguido para cambiar de opinión. Yo solía pensar, como muchos colegas, que el futuro es completamente predecible y determinado desde el presente. Una manera de contar esto es Tom Stoppard, en su drama Arcadia, tenía un personaje llamado Tomasina.... No sabré decir la cita con exactitud, igual podríamos ser aburridos y leer la cita en el libro...

RJS: Pero tampoco tendremos que pagar una cuota por permisos si no la citas literalmente...

LS: ¿Veis qué clase de escritor?.... Pues hace que este personaje diga, que si fueses listo de verdad—supongo que una versión moderna sería si fueses muy muy bueno programando ordenadores, podría escribirse la ecuación que predeciría todo el futuro a partir del presente.... Y por tanto, el futuro está fijado, y cualquier cosa... el resto de tu vida está prefijado, el resto de mi vida está prefijado, y la de todos los demás que están aquí... Y sigue diciendo, aunque nadie pueda ser tan listo como para escribir ese programa de ordenador, la matemática que le subyace debe existir, aunque pudieras, y por tanto... no tiene remedio.

RJS: Correcto.

LS: Bien, pues eso era lo que se solía llamar la perspectiva científica sobre el mundo, que se desarrolló a partir de la obra de Newton y de los desarrollos posteriores de Einstein, la teoría cuántica, y demás. Creo que se derrumba. Ha sido magnífica hasta donde llega, restringiéndola a trozos pequeños del universo, es una suposición magnífica si estás controlando todo en el laboratorio, que puedas posiblemente determinar los diez minutos siguientes antes de que las cosas te lo desbaraten todo entrando desde afuera... Pero no creo que sea la conclusión correcta cuando se aplica al universo en su conjunto. Así que no, creo que el futuro está abierto, y que esto es una perspectiva científica sobre el mundo: no es que me esté poniendo místico, no me pongo romántico, no estoy diciendo que vivamos en un universo que sea amistoso con nosotros.... pero creo que vivimos en un universo que es mucho más amistoso para con nosotros que el que habíamos concebido.

 RJS: Es cierto que cuando yo iba al instituto nos enseñaban en clase de física que si conocías el momento y la dirección de todas las partículas, y el principio de incertidumbre de Heisenberg y demás, que podrías predecir el futuro. Y también me enseñaron que vivimos en un universo en bloque, que era como si...

LS: ¿En el instituto te enseñaban eso?

RJS: 
Era un instituto bueno, sí, y un gran profesor de instituto, George [Wandry?]...  como si todo el tiempo fuesen fotos fijas de película, una encima de otra, y que "ahora" resultaba ser nada más la foto que estaba iluminada, pero igual que cuando estás viendo Casablanca (pongamos) por primera vez, no hay ambigüedad sobre qué iba a pasar, en un rollo, sabes, Ilse va a irse o a quedarse con Rick al final, estaba tan fijado como el momento que resultas estar percibiendo como "ahora"— y tú dices que de hecho no lo está, que has llegado al convencimiento de que no es así, que no es tan cubista la manera en que se concibe la realidad. 


LS:
 Sí, y eso es así por dos motivos. Un motivo es que ya no basta con preguntar cuáles son las leyes de la naturaleza. Ésta ha sido la misión de la ciencia, y en particular de la física, durante tres siglos, preguntar cuáles son las leyes de la naturaleza. Y en eso hemos avanzado mucho, en especial en el siglo XX e incluso un poquito en el XXI. Pero una vez sabes cuáles son las leyes de la naturaleza, surge otra pregunta: ¿por qué esas leyes? ¿Por qué está allí el electrón? ¿Por qué hay electrones, y protones, por qué pesa el electrón mucho menos que el protón, por qué pesa el neutrón sólo un poco más que el protón, y por qué hay gravedad, y por qué la gravedad es ... hay docenas y docenas de preguntas así, que van sobre por qué hay estas leyes, cómo eligió la naturaleza, cómo eligió el universo estas leyes, en lugar de otras leyes diferentes que podemos imaginar fácilmente. Y cuando haces esa pregunta, te das cuenta de que se te plantea una elección: inmediatamente te conviertes en un místico de una u otra clase, incluso un místico teológico, o un místico matemático, y dices, hay alguna razón profunda, tal, tal, y tal.... detrás de su comprensión, de por qué tal conjunto de leyes—y entonces estás fuera de la ciencia. O te construyes una fantasía de que hay un número infinito de otros universos, con otras leyes posibles, y que sólo es que resulta que estamos en éste. Y te sales de la ciencia, con toda seguridad.... podemos hablar de esto más tarde, si hay alguien que no está de acuerdo. O bien, te enfrentas al problema de explicar auténticamente, de alguna manera científica, cómo llegaron las leyes a ser lo que son. Y estoy convencido de que la única manera posible de hacer eso es si cambian con el tiempo—si las leyes no están fijas, si pueden cambiar con el tiempo. Esto en realidad lo entendió un filósofo muy inteligente, Charles Sanders Peirce, en la década de 1890, pero nos ha costado mucho a algunos científicos de la época actual empezar a pensar así. Las leyes, si pensamos así, tienen que tener una historia, como todas las demás cosas que comprendemos. Y si tienen una historia, entonces cambian, y entonces no puedes predecir el futuro, porque podrían cambiar otra vez.

RJS: Vamos a hablar ahora de  un par de cosas más. En el prólogo hablas de la filosofía y de los filósofos, y entre las credenciales académicas de Lee, aparte de las que hemos mencionado, es qu
e tienes un nombramiento en el departamento de Filosofía, aquí en Toronto.

LS: Y bien orgulloso que estoy.

RJS: Me alegro por tí. Eres un filósofo que no te pregunta ni una frase de eso, una cosa fantástica.

LS: No, en serio, los admiro muchísimo, y ser admitido... Normalmente me sentía como un invitado en la casa de la filosofía, como que vienes a cenar pero no puedes quedarte.

RJS: Y éstas son cuestiones filosóficas fundamentales. Yo soy demasiado novelista como para no querer avanzar gradualmente de modo lineal hasta la gran revelación, hasta las leyes de la física que tú crees que pueden cambiar, así que vamos a hablar un poco de una cosa que has dejado a un lado, ya que el paradigma predominante, al menos desde luego en la ciencia ficción, es ahora mismo este multiverso, que existen todos estos universos paralelos, y realidades paralelas, todo un escaparate de universos, y que sólo resultamos ser uno más entre esta multitud. Y esta idea se filtró a la ciencia ficción a partir del terreno de la física, hace veinte, treinta, cuarenta años. Hace cincuenta años. Y ahora nos dices que es un error comprar esa idea...

LS: Bueno, lo que les digo a mis amigos cuando empiezan a ir por allí, les digo, "Mira, la ficción es mejor cuando la hacen los profesionales, y os puedo presentar a uno..."

RJS: ¡Jaja!... Pero salió del mundo de la física, esta noción de los universos paralelos, universos múltiples... De hecho, como solución a ese problema, de por qué resulta que este universo parece tener un ajuste tan fino para permitir la existencia de química compleja, y en última instancia de la vida.

LS: Procede de algunas especulaciones de físicos, sí...

RJS: Y aún se atienen a esa... noción.

LS: Sí, sí...

RJS: Vale. Y así que una de las ideas radicales del libro es que no existen a la vez muchos universos alternativos—esa noción la rechazas, ¿no?

LS: Es que me hace sentir tremendamente incómodo.... porque, como científico, no podemos observarlos; y la ciencia no es sobre lo que podría ser verdad—podemos elaborar fantasías sobre otros universos, y contar historias, pero a la ciencia no le incumbe lo que podría ser verdad—eso te incumbe a ti, lo que podría ser verdad. La ciencia va sobre lo que se puede demostrar que es cierto basándose en razonamientos que partan de lo que es públicamente evidente.

RJS: Ya, y como un universo paralelo no puede estar relacionado causalmente con éste, entonces es irrelevante que exista o no.

LS: Sí. 


RJS: Parece justo. Pero en tu Time Reborn, que por cierto es un libro magnífico, un libro lúcido.... ¡Tenía que insertar un pequeño anuncio suyo aquí, dame un segundo!

LS: No hay por qué, pero te lo agradezco, jeje....

RJS: ¡Jaja! Ahora hay muchísima gente leyendo libros de no ficción de ciencia, tenemos aquí en el público a Dan Falk, que ha escrito un libro magnífico sobre el tiempo, por ejemplo, está Brian Greene, y otros que han hecho libros excelentes, Walter Hannah también aquí en Toronto... Éste es una lectura lúcida, clara, completamente absorbente de principio a fin... Y lo que tiene de fascinante es cuántas ideas reventadoras de paradigmas vas dejando caer por el camino, lo que podríamos llamar finales de capítulo con suspense, como en las series de TV multicapítulos... Porque aunque los rechazas como una irrelevancia, los universos múltiples simultáneos a éste en el que estamos, gran parte de la argumentación se refiere a una sucesión de universos, uno tras otro, e introduciendo una noción darwinista de evolución en la cosmología.

LS: Bueno, ésa es una de las ideas que ilustran el tema básico. Y el tema básico es que si contemplamos la hipótesis de que las leyes de la naturaleza han evolucionado en el pasado, uno puede hacer la hipótesis de cómo evolucionan. Y esas hipótesis sobre el pasado se pueden comprobar mediante observaciones del pasado, observaciones cosmológicas y otro tipo de observaciones. Mi propia historia comenzó con la selección natural cosmológica, a finales de los ochenta y en los primeros noventa, y esa teoría hizo algunas predicciones y esas predicciones continuaron sometiéndose a prueba experimental, y hasta ahora se sostiene. Pero no es mi propósito primordial en el libro el tratar esta teoría; esta teoría es un ejemplo de que puedes hacer más preguntas y de manera más científica haciendo algo que podría parecer contraintuitivo, a saber, pensar que las leyes pueden ser variables con el tiempo, en lugar de pensar que las leyes de la naturaleza son reyes transcendentes y perfectos, que viven fuera del tiempo. Que es lo que yo pensé durante años, y por eso fui a la ciencia, que tendría el privilegio de descubrir esas leyes trascendentes. Pero ahora me parece un concepto tan raro, pensar que hay leyes fuera del tiempo... ¿cómo podrían actuar? Las leyes están quietas fuera del tiempo pero actúan sobre cada pequeña molécula de ese vaso de agua y sobre el hielo, haciendo que se funda, y todo igual así, pero están fuera del tiempo, así que ¿cómo puede ser que las moléculas sepan que las leyes están allí, y cómo saben las leyes actuar sobre las moléculas que corresponde y no sobre las que no corresponde, porque si hiciesen que se funda el vaso tendríamos un problema serio. Así que he llegado al punto en el que lo que solía ser la típica idea metafísica de mi profesión, la típica fantasía metafísica según creo—no de todo el mundo, claro, pero sí de muchos—no tiene ya ningún sentido. ¿Cómo puede haber algo que esté fuera del tiempo?

RJS: Bien. Y entonces, si las leyes de la física han cambiado con el tiempo, ése es el postulado de este libro, que las leyes de la física han cambiado, ¿cómo eran antes, y cómo han cambiado en el curso de la existencia de este universo en concreto?

LS: Bueno, no creo que hayan cambiado en el curso de este universo en concreto. Porque eso se puede comprobar; hay observaciones de galaxias muy distantes y de medios muy distantes hace mucho tiempo, porque le cuesta a la luz miles de millones de años luz llegar desde allí hasta aquí, y mediante esas observaciones podemos comprobar si los electrones tienen las mismas masas, las mismas propiedades que las que tienen en nuestro universo—en nuestro planeta, y sí que parece que las tienen. Pero entonces llegamos al Big Bang, y el Big Bang en la cosmología estándar en la cosmología del siglo veinte, se planteaba como "el primer momento del tiempo". Pero al casar la teoría de la relatividad con la teoría cuántica, descubrimos—esto es mi trabajo habitual—estoy intentando desarrollar esa metáfora del matrimonio, pero soy como el cura que intentó casarlos pero que siguen volviendo, porque no te salió muy bien...  En fin, que al completar las revoluciones del siglo XX combinando la relatividad con la teoría cuántica, no tenemos una aproximación totalmente verificada a la gravitación cuántica, pero todos y cada uno de los procesos parciales que tenemos hacen pensar que hay tiempo antes del Big Bang. Que el Big Bang no fue el inicio del universo sino que fue una transición, fue una especie de gran explosión, y que había cosas antes, había un universo antes. Y es natural pensar que en las condiciones extremas de esa fantástica explosión, el universo entero es como si se fundiese un tanto, y luego volviese a congelarse. Si ves la fijación de los leyes como hielo que se congela, entonces el universo lo aprietas  y se calienta y lo aprietas, y se calienta y se funde; y luego se vuelve a congelar. Y en ese momento de fundirse las leyes podrían haber cambiado.

RJS: Y esta es la tesis principal del libro, que es concebible que las leyes hubieran tendido valores diferentes de los que tienen, que la ratio entre protones, electrones, las cuatro fuerzas fundamentales, las ratios entre sus fuerzas podrían haber sido algo diferentes y, de modo arbitrario, son ahora lo que son... Pero, volviendo a lo que iba yo hace un rato, hay una presión selectiva que inclinó las cosas hacia este tipo de universo.

LS: Esa es la cosmología de la selección natural. No es la única idea que describo y que tomo en consideración en el libro, pero es la mejor...

RJS: Sí, pero estamos yendo demasiado deprisa... ¡primero una y luego otra, Lee!

LS: 
OK, ya llegaremos allí.

RJS: Vale, ¿de qué idea quieres que hablemos de las del libro?

LS: Sí, hay una idea de la que quiero hablar, de las del libro, pero tu tienes prioridad, ya llegaremos allí.

RJS: Esta idea fascinante, que va en contra de lo que nos enseñaron a la mayoría de los que no cogimos la carrera de física, que estas leyes son inmutables—esa cuestión de si tienen variantes posibles, es una idea nueva para la mayoría de la gente, así que pienso que los tenemos que llevarlos por ella un poco, y cómo el proceso selectivo... A lo que voy, es la idea más interesante del libro, una de las ideas más interesantes, es la de qué es lo que estaba seleccionando el univero—y no estaba seleccionando buscándonos a nosotros, para nada.

LS: No podía estar seleccionando buscándonos a nosotros, porque no jugamos ningún papel en la manera en que se reproduce el universo. Yo me preguntaba cómo se seleccionaron las leyes de la naturaleza, y tenía un barquito velero—esto era hacia 1988 o 1989—e iba navegando por allí y un amigo, Bart Cooker, me dijo que debía pensar un poco en este problema. Y yo pensé que las leyes se seleccionan de entre un amplio catálogo de leyes posibles, y se seleccionan de una manera muy particular y muy inhabitual. Porque sabemos una cosa interesante sobre las leyes que se seleccionaron, y es que tienen una forma, y en concreto las masas de todas las partículas resultan tener valores tales que resulta de ellas un universo muy complejo e interesante. Resulta que si las leyes se hubiesen escogido al azar—podemos centrarnos sólo en los valores de las masas de las partículas—si se hubiesen escogido al azar, el universo sería aburrido. Nunca habría habido galaxias, nunca habría habido estrellas, nunca habría habido gran cosa salvo hidrógeno gaseoso... Y toda la historia compleja del universo, que conduce a disposiciones complejas en todas las escalas, desde las galaxias hasta las moléculas que forman nuestras células, toda la belleza y complejidad de ese universo resulta de una sintonización muy especial de los valores de las masas de las partículas. Y yo me pregunté, ¿cómo habrá podido ser eso? Y pensé, ¿hay un lugar en la ciencia donde haya un proceso que explique de modo científico cómo se eligieron las cosas de manera que resulte una alta complejidad? Y pensé que el único sitio en el que sucede eso es la biología, en la selección natural. Así que pensé, ¿puedo robarle...?— porque la ciencia es muy bueno, si hay un método que funciona para un problema,  es muy buena idea robarlo para atacar otro problema. Así que, ¿puedo robar la metodología de la evolución y aplicársela a la cosmología? Bien, pues qué necesitas, necesitas que un universo sea capaz de reproducirse, necesitas que haya información codificada que cambia ligeramente cuando una cosa se reproduce, y que determina lo bien que se reproduce. De modo que los valores de las masas de las partículas pueden ser como los genes. ¿Y cómo podría reproducirse el universo? Bien, había una idea ya que rodaba por allí y que yo podía tomar prestada, de Johnny Wheeler y Bryce DeWitt, que igual no les suenan los nombres pero son los grandes pioneros del campo de la gravedad cuántica, del casamiento entre la relatividad y la teoría cuántica. Y los dos a principios de los años 60 habían concebido esta idea—que tiene que ver con los agujeros negros. Si una estrella se derrumba y se convierte en un agujero negro, hay un horizonte del cual no puede salir ninguna luz. Pero preguntémonos qué sucede dentro de ese horizonte. La estrella pasa por el horizonte y ya no la podemos ver más. Y se sigue volviendo más densa cada vez y cada vez más densa, y lo que pasa según la relatividad general, según la teoría de la relatividad general de Einstein, es que en un breve espacio de tiempo se comprime hasta una densidad infinita; y entonces, según la teoría de la relatividad general, el tiempo se detiene.... porque las ecuaciones ya no pueden procesar más información cuando las cosas son infinitamente densas, así que el tiempo se para sin más—según las ecuaciones de la relatividad general. Bien, pues según las mismas ecuaciones, el tiempo comienza en el Big Bang. Así que han pensado que, si añades algo de incertidumbre de la mecánica cuántica, la parada no es una parada completa—es un rebote. Y así la estrella que se ha colapsado hasta una densidad casi infinita explota otra vez. Y esa explosión crea algo así como un nuevo Big Bang—pero está en una región del futuro que no podemos ver, porque sigue existiendo el horizonte del agujero negro... —¿se entiende lo que digo?

(Asentimientos)

RJS: Toronto. Son gente valiente.

LS: Lo sé, por esto estoy tan orgulloso de vivir aquí... en serio. Soy un inmigrante muy orgulloso....  Pues se crea un nuevo universo hacia el futuro a partir de donde estaba el agujero negro. Y éste es un método de reproducción de universos—y Johnny Wheeler ya había hablado de eso, y había hablado de cambios en las leyes de la naturaleza, que quizá se "reprocesarían", según lo llamaba él, al suceder eso. Así que yo construí sobre eso, y sólo tuve que añadir que las leyes tendrían que cambiar sólo mínimamente, con una acumulación de efectos de modo que los universos hijos son casi idénticos a los progenitores con sólo mínimas diferencias, de manera que pueda haber selección de rasgos. Así que si somos un universo típico, y tenemos un universo progenitor, ¿tuvo ese universo progenitor muchos hijos, o pocos hijos? Bien, esto lleva sucediendo muchas generaciones, así que es más probable que seamos los hijos de un universo que tiene muchos hijos, más bien que los hijos de un universo que sólo tiene un hijo. Porque esos universos que tienen muchos hijos predominan. Es igual que en Darwin. Como seres vivos de la tierra somos descendientes de millones de generaciones de seres que proliferan y se reproducen. Así que a nivel universal debemos ser los descendientes de universos que consiguen reproducirse muy bien, más bien que otras opciones. Eso significa un universo que contiene muchos agujeros negros, y esa es la predicción de la que hablaba Robert—que las leyes de la naturaleza están sintonizadas de modo que produzcan muchos muchos agujeros negros. Ahora bien, ¿por qué semejante universo habría de sernos favorable?—¿Es eso lo que preguntabas?

RJS:  Cierto—vamos a eso, sí. Parecemos ser irrelevantes para este proceso.

LS: Parecemos ser irrelevantes para el proceso, pero, para tener un agujero negro, necesitas una estrella con muchísima masa. Una estrella que al final de su vida explota como supernova pero que deja suficiente masa sobrante de modo que se derrumbe la estrella y produzca un agujero negro. Para hacer una estrella tan masiva necesitas una gran nube de gas que esté realmente frío—porque cuando las cosas están calientes, se expanden. Ya sabéis, cuando calientas aire, se expande; así que si tienes una nube de gas y polvo y la calientas, se expande, así que no va a colapsarse para formar una estrella. Así que tiene que estar muy fría; necesitas un refrigerante. ¿Sabes cuál es el refrigerante?

RJS: ¿El que enfría el universo?

LS: El que enfría las nubes de gas y de polvo que se convierten en estrellas grandes y gordas.

RJS: Pues no.

LS: El monóxido de carbono. El refrigerante es monóxido de carbono, así que necesitas carbono, y necesitas oxígeno. Y por eso el universo está lleno de carbono y de oxígeno, según esta teoría, y por eso es favorable para la vida—como producto colateral.

RJS: ¡Pues sí que tenemos suerte! Vale, tenemos una sucesión de... con la metáfora darwinista, bueno, te preguntaría ¿no falla ahora la metáfora darwinista?  Hubo un origen de la vida en la Tierra—según a quién le preguntes fue hace 3.800 millones de años, o 4.000 millones de años—antes de lo cual no había nada de vida en absoluto. Esta cadena de universos antepasados, ¿se extiende hacia atrás infinitamente, o tuvo un comienzo?

LS:  No lo sé.

RJS: ¡Jaja! Vale entonces.

LS: No tengo por qué saberlo. Soy un científico. Sólo tengo que hacer avanzar el tema unos cuantos pasos.

RJS: Unos pocos pasos... La cuestión filosófica allí es si el tiempo tuvo un principio.

LS: Ya... Sabes, en ciencia hay un momento, en cualquier época de la ciencia hay preguntas que se han respondido, otras que eran demasiado profundas para responderlas, y hay preguntas que eran justo las adecuadas, preguntas que nos hemos vuelto capaces de responder recientemente. Y hasta ahora hemos estado hablando de éstas. Pero "¿Tiene el tiempo un principio?" es demasiado profunda, me parece. Pero puedes hacer algo de ciencia ficción: volveré en quinientos años, y entrevistaré a alguien.

RJS: Eso haré, y esperemos obtener así la respuesta a eso... Bueno, en realidad quiero volver atrás un par de años, en un momento volvemos al libro, pero por darle otro sabor a la cosa por un par de minutos— tú comenzaste como físico, tu interés por la física comenzó leyendo a Albert Einstein de adolescente. Cuéntanos eso, cómo supiste de Einstein antes de estudiar física, antes de ver un manual de física.

LS: Bueno, yo había dejado el instituto, pero aprendí muchas matemáticas antes de dejarlo. Y me interesé en la arquitectura por Buckminster Fuller—¿saben todos quién es? Es un gran arquitecto visionario que he tenido el privilegio de conocer. Y me fascinaron sus cúpulas geodésicas y me fascinó la idea de estirarlas en forma de salchicha, en formas elípticas... y me imaginé que podías coger los triángulos que forman la cúpula geodésica y hacer cualquier superficie usando triangulitos unidos, y me gustó... Al haber dejado el instituto necesitaba un trabajo, así que me vino esta idea de diseñar recubrimientos para piscinas, hechos de cúpulas geodésicas estiradas, porque muy pocas piscinas son redondas, así que anuncié en los periódicos que hacía esto y empecé a estudiar cómo hacer estas cúpulas geodésicas estiradas para cubrir piscinas, de modo que no se cayesen... porque eso sería mala cosa... Y las matemáticas que necesitaba, fui a la biblioteca y necesitaba unas matemáticas que se llaman cálculo tensorial. Saqué varios libros sobre eso y resulta que en todos los libros había un capítulo sobre la teoría de la relatividad general—porque son las mismas matemáticas que usó Einstein. Así que me interesé por la relatividad, y saqué en la biblioteca un libro de artículos sobre Einstein. Había una cosa autobiográfica allí, unas memorias, en las que él describía cómo se introdujo en la ciencia. Y pintaba un retrato de una fantasía suya en la que había una verdad y belleza perfectas tras el velo de las apariencias, que para él era doloroso, tuvo mucha angustia existencial adolescente toda su vida. Y me resultó sugestivo, decía, la vida es breve y dura, te deja tu novia, y se te avería el cuarto de baño, y cosas de esas, pero puedes aspirar a trascender esto en un mundo de verdad bella, intentando hallar las ecuaciones que hay tras el mundo... Y eso, oye, me enganchó, y a partir de ahí empecé fuerte. Pero lo curioso es el final de la historia, y esto me los señaló el periodista Dennis Overby, que no me había dado cuenta aunque lo tenía delante—y es que en los modelos de espacio-tiempo cuántico que habíamos desarrollado con unos amigos, una nueva gravitación cuántica, podíamos tomar una superficie curva, en ese caso la geometría del espacio, y formarla con montones de pequeños triángulos...

RJS: ... ¡como una cúpula geodésica! Sí, es fascinante... Quería darle al público una idea de a dónde has llegado, y recordarles que incluso aunque abandones los estudios, aún te puedes convertir en un físico famoso. Einstein también dejó los estudios, ¿no?

LS: No sé exactamente si los abandonó... Sí, en un momento dado, se fue andando desde en Italia donde estaban sus padres en el asunto del tendido eléctrico, hasta Suiza, y acabó por entrar en una especie de academia que preparaban para la universidad...

RJS: Sí, eso recordaba yo también. Así que, bien, tenemos este libro fascinante, Time Reborn (El renacer del tiempo)y postula esta noción de que las leyes de la física pueden haber cambiado a lo largo del tiempo, de hecho sostiene quetienen que haber cambiado con el tiempo. Una de las cosas que nos decían en clase de ciencias es que está muy bien tener una idea, pero que tiene que poderse someter a pruebas, tiene que hacer predicciones. Así que, ¿qué clase de predicciones hace esta idea, que tú y tus colegas en Perimeter o en otras partes vayáis a someter a prueba en años venideros?

LS: Bien, la selección natural cosmológica hacía dos predicciones, que publicamos en 1992—sólo dos, pero las dos están manteniéndose con los experimentos recientes. Son las dos muy indirectas, nos costaría mucho... pero sólo por decir de qué van: no debería haber estrellas de neutrones de más de dos veces la masa del Sol. La semana pasada se publicó un artículo en Nature, porque cada pocos meses o cada pocos años se descubre una nueva estrella de neutrones y se mide su masa— de modo que esta predicción habría de ser válida en cualquier momento. Y esta vez la masa de esta estrella es de 2.1 con mas o menos 4, con lo cual es perfectamente compatible, está justo en el límite. La otra tiene que ver con la inflación, y no me referiré a ella, pero se sostiene con las observaciones recientes del satélite Planck. Son ejemplos.

RJS: De todos modos, el libro es fantástico, y me pregunto si estoy interpretando, pero no ha habido una aceptación universal del modelo que se presenta en el libro. Algunos de tus colegas se sitúan en posiciones contrarias a ésta. ¿Cómo los convenceremos de que están equivocados?


SEGUNDA PARTE de la entrevista.






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